A veces suele ser muy inocente... puede empezar con algo relevante: una ojeada a Wikipedia, por ejemplo. Pero para cuando te quieres dar cuenta ya has sido absorbido. Enlace tras enlace, página tras página.
"Una de cada cuatro personas
se describiría como perdedora de tiempo crónica",
según el investigador
Piers Steel.
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Y cuando consigues salir, ya has
perdido una valiosa hora leyendo sobre la complejidad de la política prusiana
del siglo XVI.
Si esto te suena familiar, piensa
que no estás solo.
El autor británico David Nicholls
reveló que pasó dos años escribiendo su nuevo libro utilizando una app contra
la pérdida de tiempo.
"Realmente estamos entrando
en la edad de oro de la pérdida de tiempo", dice Piers Steel, investigador
y autor del informe "La ecuación de la pérdida de tiempo".
"Una de cada cuatro personas
se describiría a sí misma como una perdedora de tiempo crónica, mientras que
más de la mitad de la población diría que malgasta las horas con
frecuencia", explica.
Desperdicio crónico
Steel afirma que "en los
últimos 40 años el desperdicio crónico de tiempo ha crecido entre un 300 y un
400%".
Y existen estudios al respecto
Según uno publicado recientemente
en Reino Unido, el 36% de los encuestados pierde una hora de productividad al
día revisando correos y redes sociales.
Y de acuerdo a otro, los usuarios
de teléfonos inteligentes revisan este aparato una media de 221 veces al día.
Toda una industria ofrece modos
para frenar estos impulsos irracionales, desde libros de autoayuda a cursos en
línea impartidos por expertos en eficiencia empresarial.
Nicholls, cuando trabajó en la
obra "One day" utilizó una app especialmente brutal: Write or Die
(Escribe o Muere, en español).
Si la pausa entre palabra y
palabra es demasiado prolongada una luz roja aparece en la pantalla y borra lo
escrito.
"Es como escribir con una
pistola en la cabeza", compara el autor británico.
Como era de esperar, no produjo
una de sus mejores novelas y decidió tirar a la basura dos años y 23.000
palabras.
Aplicaciones antidilación
Pero hay un montón de
aplicaciones menos intimidantes que la que empleó Nicholls. Procrastor,
El autor David Nicholls utilizó
una app
para evitar perder el tiempo.
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Este último, "madre
gritadora" en español, trata de captar la atención del usuario por medio
de varias alertas, aunque ninguna suena como el regaño de una mamá.
Luego están las apps que
restringen el uso de internet, como Freedom y SelfControl.
La primera, que ha sido
descargada 1,1 millones de veces, te imposibilita del todo acceder a la red.
"La libertad refuerza la
libertad", proclama, haciendo un juego de palabras con el significado de
su nombre y aprovechando la paradójica idea de que demasiada libertad puede
terminar siendo una trampa.
Otras aplicaciones te permiten
bloquear páginas web concretas, sobre todo redes sociales, las principales
fuentes de distracción. (BBC)
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