Fotografía de Andy Wong, AP |
Bostezar ayuda a mantener la cabeza
fría, según un estudio realizado por científicos de Maryland y Princeton. Las
conclusiones podrían contener alguna esperanza para quienes sufren de insomnio,
migrañas e incluso epilepsia.
Aunque los científicos han propuesto
varias causas de porqué bostezamos (por fatiga o falta de oxígeno) ninguna ha
conseguido resolver la duda.
"Podemos poner un hombre en la
Luna, pero no entendemos qué función tiene bostezar” dijo el coautor del
estudio Gary Hack, de la Universidad de
la Facultad de odontología de Maryland en Baltimore.
Ahora, Hack y su coautor Andrew
Gallup, de la Universidad de Princeton, proponer que al bostezar se expanden y
contraen las paredes del seno maxila para bombear aire al cerebro, lo que hace
disminuir su temperatura. Ubicado en nuestros pómulos, el maxilar es una de las
cuatro cavidades más grandes en las cabezas humanas.
“Al igual que los ordenadores, el
cerebro humano es muy sensible a las temperaturas y debe permanecer fresco para
operar eficientemente”, dijo Hack, cuyos datos recopilados previamente se
combinaron combinadas con los de Gallup en el nuevo estudio, publicado
recientemente en la revista Medical Hypotheses.
¿Son los senos nasales la solución?
Además de resolver potencialmente el
misterio del bostezo, el estudio también puede revelar por qué tenemos senos.
“Es una teoría unificada donde se
explica el motivo de los bostezos y el funcionamiento de los senos nasales y la
ventilación cerebral”, dijo Hack.
Ryan Soose, doctor de oído, nariz y
garganta así como también director de la Universidad de división de estudio del
sueño de la unidad de Pittsburgh Medical Center, agregó, "la hipótesis de
que estas dos cosas pueden estar relacionadas, para mí, es muy
intrigante".
Pistas
Hack, coautor del estudio de 2002 y
su equipo realizaron una autopsia a un
cadáver cuando descubrieron que la pared posterior del seno maxilar era
mucho más fina (y, por tanto, más flexible) de loque se describe en muchos
libros de medicina.
Los investigadores postularon que
cuando la mandíbula se mueve las paredes del seno se reviste, ventilando de
este modo los senos.
A través de la investigación
postdoctoral de Gallup en Princeton, se convirtió en 2007 en el primero en
sugerir la teoría de enfriamiento cerebral del bostezo.
Desde 2007, Gallup testó la teoría
tanto en animales como en humanos).
Gallup y su equipo implantaron
sondeos en los cerebros de ratas y registraron los cambios de temperatura del
cerebro antes, durante y después del bostezo de las ratas.
El equipo descubrió que la
temperatura cerebral sufría de cambios abruptos en los prolegómenos de un
bostezo, donde la temperatura empezaba a declinar y finalmente retomaba la
temperatura antes del bostezo.
Esto sugiere que los bostezos se
provocan por un aumento en la temperatura cerebral y ayudan a enfriar el
cerebro.
Gallup también estudió a dos mujeres
que sufrían episodios crónicos de exceso de bostezos. Pidió a una de las
pacientes (quien conocía cuando estaba a punto de sufrir una episodio) que se
tomara la temperatura antes y después de sus episodios.
Los resultados mostraron que su
temperatura corporal era elevada antes el bostezo y posteriormente caia.
El coautor del estudio Hack intuye
que la teoría será muy polémica dado que toca un tema poco conocido.
La teoría acerca de los bostezos
pueden influir en la medicina
Soose de la Universidad de
Pittsburgh añadió que el descubrimiento podría ayudar algún día a médicos en el
tratamiento de pacientes con insomnio, el trastorno del sueño más común en U.S.
Insomnes a menudo tienen problemas
para regular su temperatura corporal, que debe descender para conciliar el
sueño.
"Se podría prever algún
mecanismo por el cual se pudieran enfriar los senos para tratar el insomnio", dijo Soose. "Esto abre
las puertas para ayudar a tratar el insomnio de una manera diferente."
Fuente: nationalgeographic
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