Los avances de la medicina
regenerativa, la inmunoterapia, los fármacos que han revolucionado el
tratamiento de la hepatitis C o un ensayo español para curar el sida han
marcado este año. Y con una buena noticia: el chocolate cuida nuestra memoria.
1. Cronificar el cáncer de mama
La combinación pertuzumab,
trastuzumab y quimioterapia demostró que es posible cronificar el cáncer de
mama al lograr un incremento de 16 meses en la supervivencia de las mujeres con
cáncer de mama HER2-positivo con metástasis –cuando el tumor se ha diseminado a
otras partes de su cuerpo-. Ello supone un gran avance en el tratamiento del
cáncer, tanto que se habla de cambiar el «estándar de tratamiento» en estas
pacientes. La supervivencia media de estas mujeres oscilaba entre los 35-40 meses,
y ahora, tal y como mostró el estudio Cleopatra, la supervivencia ha aumentando
hasta los 56 meses en algunos casos.
2. La «penicilina» de la hepatitis C
Los nuevos medicamentos para el
virus de la hepatitis C (VHC) han puesto a la medicina a las puertas de la
erradicación de la enfermedad. Así lo reconocieron las nuevas directrices de la
Asociación Europea del Hígado, que hablaban del «cambio de paradigma» que se ha
producido con la llegada de los nuevos fármacos antivirales: sofosbuvir,
simeprevir y daclatasavir. Disponibles ya en Europa y en España, estos nuevos
fármacos, que ha sido catalogados como la «penicilina para la hepatitis C», han
demostrado alcanzar cifras de curación cercanas al 80-90%, y ya se habla de
«revolución total» en el tratamiento de la hepatitis C. Sin embargo muchos de las
más de 900.000 personas que tienen hepatitis en España siguen sin poder tener
acceso a estos tratamientos a pesar de estar aprobados.
3. Curar el Sida
Curar el sida. Eso es lo que
pretende un pionero ensayo clínico español con el uso terapéutico de la sangre
de cordón umbilical en pacientes VIH con un cáncer hematológico. Desarrollado
por Organización Nacional de Trasplantes (ONT) propone el trasplante de sangre
de cordón umbilical en la erradicación del virus que causa el sida en pacientes
que además tienen un tumor hematológico, como un linfoma o leucemia. Se trata
de un tipo de sangre de cordón con una rara mutación genética, conocida como la
variante CCR5 Delta 32, capaz de eliminar del organismo todo rastro de VIH. Un
equipo multidisciplinar del Instituto Catalán de Oncología, en colaboración con
el Instituto de Investigación del Sida IrsiCaixa y el Banco de Sangre y Tejidos
de Barcelona, ya lo ha conseguido en un paciente VIH con linfoma, que, aunque
falleció a los tres meses, se comprobó que estaba libre del virus que causa el
sida.
4. Volver a caminar
Desde hace tiempo se especula con
que el trasplante de células envolventes de bulbo olfatorio (OECs), un tipo de
célula que da soporte a las neuronas dentro del sistema olfativo, con capacidad
de regenerarse y relativamente fáciles de obtener, podría mejorar la función
neurológica de pacientes con parálisis, sin causar efectos secundarios
significativos. Pero por fin parece que la investigación ha dado un paso de
gigante. «Creemos que este procedimiento es el paso que, a medida que se
desarrolle en profundidad, dará lugar a un cambio histórico en el panorama
actual para las personas discapacitadas por lesiones en la médula espinal que
apenas tienen opciones de volver a caminar actualmente», subrayó Geoffrey
Raisman, profesor de la University College de Londres (Gran Bretaña), quien
dirigió la investigación.
5. La inmunoterapia cambia el tratamiento del cáncer
La inmunoterapia, que se basa en
el bloqueo de la capacidad de un tumor para camuflarse del ataque de las
células del sistema inmunológico, ha llegado para quedarse y, lo más
importante, para dar más respuestas a las personas con cáncer. Así lo reconoció
la revista «Nature» con la publicación de 5 artículos originales sobre la respuestas
clínicas prometedores de fármacos inmunoterápicos en distintos tipos de cáncer.
El enfoque ya ha alcanzado la mayoría de edad. Los estudios han demostrado que
la eficacia de este tipo de terapias se extiende más allá de melanoma y ya se
está probando en cáncer de pulmón, riñón, vejiga, cabeza y cuello, y estómago.
La inmunoterapia se basa en un
concepto sencillo: existen una serie de «puestos de control» o «checkpoints» en
el sistema inmunológico que son las vías inhibitorias que amortiguan o bloquean
la respuesta inmune. Así, las terapias inmunes están diseñadas para bloquear o
inhibir estas vías inhibidoras. Por ejemplo, una de estas vía inhibitoria,
PD-1, provoca la desinhibición de un tipo de célula inmune llamada célula T, lo
que permite atacar y eliminar a las células cancerosas.
6. Chocolate para la memoria
El delicioso chocolate ha
demostrado tener las propiedades neuroprotectoras que se le han atribuido
durante años. Lo confirmó en 2014 un estudio de la prestigiosa revista «Nature
Neuroscience», que mostraba que uno de sus componentes, la epicatequina, un
flavonol con acción antioxidante, es muy eficaz en revertir las pérdidas de
memoria normales asociadas a la edad. Esas que a partir de los cincuenta hacen
más difícil localizar el coche en el aparcamiento del supermercado o que haya
que poner más empeño en aprender cosas nuevas o recordar nombres.
7. La «madre» de todas las células madre
Un nuevo tipo de célula madre
pluripotente tiene la capacidad para transformarse en neuronas, células
cardiacas o cualquiera de los 200 tipos celulares del organismo humano adulto.
Estas nuevas células llamadas «F» –por el término en inglés «fuzzy» (difusas)–
son estables y podrían utilizarse en tratamientos para crear células de
repuesto para cada tejido enfermo. Como en su momento hicieron las células iPS,
las nuevas células pluripotentes identificadas abren un sinfín de
posibilidades, desde curar la diabetes a desarrollar tratamientos para
enfermedades como el alzhéimer o las lesiones medulares. La diferencia con las
veteranas es que son más fáciles y más baratas de obtener y crecen más rápido
que las famosas células iPS, las células que hace ocho años revolucionaron este
campo y pusieron fin al dilema ético de las células madre.
Este hallazgo y nuevos detalles
sobre el camino necesario que hay que recorrer para reprogramar una célula, se
publicó en la revista «Nature» con tres trabajos de investigadores de la
Universidad de Utrecht (Holanda), Universidad Nacional de Seúl (Corea) y el
Hospital Mount Sinai de Toronto (Canadá).
8. Primer trasplante en humanos con células iPS
Científicos del Instituto Riken
de Japón implantaron en una paciente tejido de retina fabricado en el laboratorio
a partir de una pequeña muestra de su piel. Los investigadores generaron
células madre iPS, con capacidad para convertirse en cualquier tejido, y así
obtener la nueva retina. Después, con ese tejido se reemplazó quirúrgicamente
parte de la mácula lútea (la principal capa fotorreceptora de la retina). La
paciente tenía 70 años y sufría degeneración macular asociada a la edad, la
principal causa de ceguera entre la población mundial.
Era la primera vez en el mundo
que se realizaba un trasplante tan especial para intentar curar la degeneración
macular. Pero, sobre todo, es la primera vez que se prueba en humanos un
implante fabricado con células iPS.
9. La obesidad causa cáncer
Prevenir la obesidad puede ser
una vía para prevenir el cáncer. En 2012, el sobrepeso, y la obesidad, fueron
los responsables de 500.000 nuevos casos de cáncer en todo el mundo. Y, según
un informe que se publicó en «The Lancet Oncology», el impacto del exceso de
peso es mucho mayor en los países más desarrollados: casi dos tercios (64%) de
los tipos de cáncer relacionados con la obesidad se producen en América del
Norte y Europa.
A tenor de estos datos, los
investigadores, dirigidos por Melina Arnold, de la Agencia Internacional para
la Investigación sobre el Cáncer (IARC), estiman que una cuarta parte de todos
los cánceres relacionados con la obesidad en 2012 (118.000 casos) fueron
atribuibles al aumento en el índice de masa corporal (IMC) que se ha producido
en la población desde 1982. Es decir, aseguran, eran «evitables».
10. Las grasas trans nos hacen perder la memoria
Mayor riesgo de enfermedad
cardiovascular, hipertensión, diabetes, obesidad… y ahora deterioro cognitivo.
Un elevado consumo de grasas trans parece estar vinculado a una peor memoria,
según un estudio que se presentó en las Sesiones Científicas de la American
Heart Association 2014. Tras analizar a 1.000 hombres sanos y activos, el
trabajo observó que aquellos consumieron mayores cantidades de grasas trans
tenían un peor rendimiento en una prueba de memoria. Además, la asociación se
mantuvo incluso después de tener en cuenta factores como la edad, la educación,
el grupo étnico y la depresión.
«Desde el punto de vista de la
salud, el consumo de grasas trans se ha relacionado con el sobrepeso y la
enfermedad cardíaca. Yo les digo a mis pacientes que mientras que las grasas
trans aumentan la vida útil de los alimentos, reducen la vida de las personas»,
señaló Beatrice Golomb, autora principal y profesora en la Universidad de
California-San Diego (EE.UU.).
El equipo de Golomb ha estudiado
un grupo de adultos que no habían sido diagnosticados con enfermedades del
corazón. Todos los participantes completaron un cuestionario dietético, a
partir del cual se estimó el consumo de grasas trans de los participantes. Para
evaluar la memoria, los voluntarios realización una prueba de memoria, que
consistía en que, tras mostrarles serie de 104 tarjetas, éstos tenían que
indicar si cada palabra era nueva o estaba duplicada.
Fuente: ABC.es
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